jueves, 5 de febrero de 2009

El abogado del Diablo




ES FACIL HABLAR Y PEDIR, PERO NO TANTO DAR…. AUNQUE TAMBIEN TE HAYAN DADO.


Es cierto que los bancos y cajas han cerrado el grifo, también es cierto que han recibido ayudas estatales y lo más sangrante, sus beneficios siguen siendo espectaculares.

El Consejo Superior de Cámaras de Comercio anuncia públicamente el incremento de requisitos por parte de las Entidades para la concesión del crédito y el encarecimiento del mismo (ver publicación anterior, el que la necesita la paga), de tal forma que un porcentaje elevado de pymes puede tener serios problemas de financiación.

Por otro lado se puede leer en la prensa económica que obligar a la Banca a conceder préstamos a quien los actuales niveles de prudencia lo desaconsejen es abocar a las Entidades al desastre. Otras fuentes explican que la crisis ha motivado una pérdida de solvencia de muchos negocios, si bien, este hecho no debe ser justificante para que muchos proyectos viables se queden sin financiación. Igualmente se hace referencia en algunos medios a las ayudas facilitadas a los bancos y cajas sin haberles exigido ninguna contraprestación a cambio (No cerrar el grifo sería lo solicitado).

Este es el contexto que percibe la mayor parte de la sociedad, por otro lado debemos analizar la posición de las Entidades, en las cuales los niveles de morosidad están subiendo de forma alarmante, por encima del 2% en la mayoría de los Bancos y en algunas Cajas llegando al 7%. Las dotaciones y provisiones obligatorias por estos conceptos son muy elevadas y hacen que se endurezcan los niveles de concesión de créditos y los diferenciales a aplicar en los mismos.

Viendo la situación desde ambas perspectivas, pienso que lo ideal, como ya decían los antiguos griegos, es el término medio, es decir, ni lo uno ni lo otro. Las entidades tienen que seguir dando crédito, que por otra parte es su negocio y los requisitos para acceder al mismo deben ser los justos, ni más ni menos.