Todo el mundo a por su mejor pieza...
Están de moda las cacerias, por un motivo u otro, provocan incluso dimisiones en un país donde es raro este hecho. En fin, todo el mundo, cada uno en su terreno, estamos ahora de caza.
El inversor esta ojo avizor, pensando en cual puede ser la mejor opción y momento de entrar en Bolsa, buscando un elevado potencial de revalorización en corto plazo, a ser posible, es decir mucho beneficio y de forma rápida, que ahi que buscar la siguiente ganga.
El inversionista inmobiliario, rara especie en las actuales circunstancias, esta acechando la posible ganga; buscando ansiosamente la unidad familiar con problemas para pagar su hipoteca y hacerse con la propiedad por el menor dinero posible, es un depredador despiadado sin remordimientos ante el infortunio de su presa.
El empresario atisba con incertidumbre un futuro incierto, pero como bien dice el refran, a rio revuelto gancia de pescadores; ¿cual sera la actividad de más beneficios produzca en estos momentos? y piensa friamente, "puedo aprovechar para limpiar la plantilla con un ERE y quitarme latre (los de más de 50 años)"
El único ser indefenso, el españolito de a pie, se siente intimidado, amenazado y asustado, sus ingresos no crecen, las deudas lo inundan, la hipoteca le hunde y su unica fuente de ingresos, su sueldo, es cada vez más incierto, evidentemente es la presa.
Bueno, solo deciros que tras toda tormenta por muy grande que sea siempre despeja el día y vuelve a lucir el sol, y por mucho que les pese a todos los depredadores siempre necesitaran al españolito de a pie para que todo funcione.
Incluso el conejito puede llegar a enseñar los dientes si lo presionan lo suficiente
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